Se define el Trastorno Adictivo como “el patrón desadaptativo de comportamiento que provoca una dependencia psíquica, física o de ambos tipos, a una sustancia o conducta determinada, repercutiendo negativamente en las esferas psicológica, física y/o social de la persona y su entorno”.
Desde la postura del psicólogo, su intervención se centrará en: prevención, tratamiento, reducción de daños y reinserción, tanto a nivel individual, familiar, grupal y comunitario.
Se deberá hacer una búsqueda en el paciente y en su entorno de los factores de riesgo y protección para disminuir unos y fomentar el crecimiento de los otros.