
En el antiguo Egipto los dolientes tenían prohibido llorar en público la muerte de un familiar. Contrataban a mujeres para que lo hicieran por ellos. La tradición continuó en Grecia y en Roma, donde las plañideras cobraban por derramar lágrimas y exhibir su dolor. Todas las culturas necesitan rituales para superar la pérdida, pero el paso del tiempo nos ha convertido en una sociedad tanatofóbica. La muerte y sus emociones llevan aparejados procesos que sociológicamente se construyen como un tabú. En general, la gente evita hablar sobre la muerte y el luto, por eso resulta tan complicado saber qué decir a alguien que se enfrenta a una pérdida.
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Esta genial el post. Reciba un cordial saludo.
Muchas gracias por leernos y encantada de que le guste. Un abrazo.